le meti un dedo y no dijo nada, le meti la polla y tampoco
Tia y sobrinoDespués de varios meses diciéndome que quería ponerse en forma y que necesitaba que yo la ayudase, al final accedí a darle clases a mi tía y ser su profesor particular de gimnasia, se me dan bien estas cosas y seguro que en mi casa estaría muy a gusto ejercitándose. El problema era que desde hacía muchos años me sentía atraído por ella y aunque ya estaba algo vieja, seguía conservando un buen cuerpo, por ello intenté sin éxito darle largas y no tuvo más remedio que ayudarla. Después...